Conectando Cuerpo y Mente: Una Entrevista con Verónica Arroyo
En tiempos de cambio y búsqueda de propósito, Verónica nos inspira a convertir nuestra pasión en un camino de vida. Su historia es un testimonio de valentía y de la increíble fuerza transformadora de la voluntad.
En esta entrevista, Vero nos comparte su viaje personal, desde los primeros encuentros con el yoga hasta la transformación que esta práctica ha traído a su vida. Descubriremos la importancia de la auto-escucha, el respeto y la gratitud como pilares fundamentales para el crecimiento personal y cómo la naturaleza puede ser una fuente inagotable de inspiración para conectar con nuestro interior.
Acompáñanos a descubrir cómo Verónica ha convertido el yoga en su camino de vida, y cómo sus enseñanzas pueden inspirarte a conectar más profundamente con tu cuerpo, mente y espíritu.
Entrevista con Verónica Arroyo @veronica.dharayoga por David A.
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¿Qué te inspiró inicialmente a dedicarte al yoga y qué significa hoy la práctica para ti?
El yoga ha sido para mí un camino lleno de descubrimientos. Curiosamente, todo comenzó por el aspecto físico. Descubrir a personas realizando posturas invertidas y equilibrios sobre los brazos me fascinó. Comencé practicando online—casi como un desafío personal—y poco a poco mi curiosidad fue creciendo hasta que un día sentí la necesidad de explorar más, de profundizar en lo que había detrás de esas posturas.
Cuando finalmente me uní a clases presenciales, experimenté algo completamente diferente; una energía que no había sentido antes. A partir de ese momento, la búsqueda de esa conexión con la meditación, el pranayama y las asanas se volvió fundamental para mí. Desde entonces, mi práctica ha evolucionado mucho más allá de lo físico. Ahora, el yoga es mi forma de vida, es la manera en la que encuentro equilibrio y me conecto conmigo misma.
Mi práctica ha evolucionado mucho más allá de lo físico. Ahora, el yoga es mi forma de vida
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Desde esos primeros pasos online hasta convertirte en profesora de yoga, ¿cómo describirías tu evolución personal a lo largo de estos años?
Ha sido una transformación profunda. La práctica del yoga me ha permitido conocerme mejor, enfrentar mis miedos y suavizar aspectos de mi personalidad. Antes solía ser una persona con mucho más carácter, pero el yoga me ha enseñado a ser más suave conmigo misma y con los demás. Con la práctica, el respeto hacia mi cuerpo, la escucha interna y la aceptación de mis límites se han vuelto esenciales.
Ya no se trata sólo de perfeccionar una postura, sino de cómo me relaciono con mi propio ser y con quienes me rodean. Cada vez más, me acerco a esa versión de mí misma que quiero ser, más conectada, más consciente… y eso ha cambiado no solo mi práctica, sino también mi forma de vivir y estar presente..
La práctica del yoga me ha permitido conocerme mejor, enfrentar mis miedos y suavizar aspectos de mi carácter
¿Qué es lo que te motiva cada día a seguir practicando y enseñando yoga, incluso en los momentos más difíciles?
Siento que soy increíblemente afortunada por poder dedicarme a algo que amo profundamente. El yoga, para mí, no es solo una profesión; es un camino de vida. Ver cómo las personas entran a mis clases y cómo salen transformadas me llena de energía y alegría. Aunque haya días en los que me sienta cansada o agobiada por algún problema personal, siempre encuentro motivación al ver el impacto positivo que tiene la práctica en mis estudiantes.
Al final de cada clase, cuando los veo tumbados en Savasana, en ese estado de paz y relajación, me doy cuenta de que todo vale la pena.
Esa conexión, ese intercambio de energías, es lo que me impulsa a seguir adelante, incluso en los días más complicados.
Esa conexión, ese intercambio de energías, es lo que me impulsa a seguir adelante
Sigue a Verónica en @veronica.dharayoga
¿Cómo integras las enseñanzas del yoga en tu vida cotidiana, más allá de las asanas?
La práctica del yoga se extiende mucho más allá de la esterilla. De hecho, considero que las asanas son solo una pequeña parte de todo lo que el yoga tiene para ofrecer. En mi día a día, recurro a la respiración consciente y a la meditación, especialmente en momentos de estrés o preocupación.
A veces, sin darme cuenta, mi cuerpo automáticamente recurre a respiraciones más profundas cuando estoy tensa o nerviosa. Estas sencillas pero poderosas prácticas del yoga me ayudan a re-conectar conmigo misma y a mantener la calma en situaciones difíciles.
También cuando siento que mi mente está nublada o que he perdido el foco, me tomo un momento para leer un libro que me inspire, escuchar un podcast o recitar un mantra. Esas pequeñas pausas son fundamentales para mi bienestar y crecimiento personal.
La práctica del yoga se extiende mucho más allá de la esterilla
Hablando de filosofía y valores, ¿cuáles son los valores fundamentales que guían tu vida y tus decisiones?
El respeto y el amor son los pilares fundamentales de mi vida. Creo firmemente en la importancia de respetarnos a nosotros mismos y a los demás, y en cultivar el amor en todas sus formas. Estos valores guían tanto mi práctica personal como mi enseñanza.
En cada clase intento transmitir a mis alumnos la importancia de escucharse a sí mismos, de ser amables con su cuerpo y de aceptar sus propios límites. No se trata de forzarse a hacer una postura perfecta, sino de respetar lo que cada uno necesita en ese momento.
Creo que cuando cultivamos el respeto y el amor, no solo hacia nosotros mismos, sino hacia todos los seres, creamos un mundo más bonito y armonioso.
El respeto y el amor son los pilares fundamentales de mi vida
En algunas de tus publicaciones en redes compartes citas y reflexiones sobre el propósito y el significado de la vida. ¿Qué te da propósito y cómo lo mantienes en tu día a día?
Para mí, el propósito de la vida está en disfrutar de los pequeños momentos diarios. Creo que la clave está en desmenuzar cada día y encontrar la felicidad en esos instantes que a veces pasamos por alto.
Aunque es importante tener metas más grandes, creo que la verdadera satisfacción viene de apreciar los pequeños logros y momentos de felicidad que construyen nuestro día a día.
Cada día, trato de encontrar algo por lo que estar agradecida, algo que me haga sonreír. Puede ser un encuentro casual con alguien a quien no veía hace tiempo, una comida deliciosa, o simplemente un momento de paz en la naturaleza. Esos pequeños detalles son los que me dan propósito y hacen que cada día valga la pena.
El propósito de la vida está en disfrutar de los pequeños momentos diarios
También hablas de la importancia de estar agradecidos. ¿Tienes alguna práctica diaria de gratitud y cómo influye en tu bienestar general?
La gratitud es algo que surge de manera natural en mi día a día. Aunque no tengo un ritual específico, me doy cuenta de que constantemente estoy agradeciendo por las cosas pequeñas. Me encanta disfrutar de una buena comida, de un paisaje hermoso o de la satisfacción de haber terminado una clase.
Esos momentos de gratitud me hacen sentir afortunada y me ayudan a mantener una perspectiva positiva. No necesito forzarme a sentir gratitud, simplemente la dejo fluir cuando surge. Creo que la gratitud nos ayuda a vivir con más plenitud.
La gratitud es algo que surge de manera natural en mi día a día
Hablemos de tu conexión con la naturaleza. ¿Puedes compartir alguna experiencia en la naturaleza que haya cambiado tu perspectiva de la vida?
La naturaleza es mi refugio y fuente de inspiración. Una de las experiencias más especiales que he tenido fue bucear, lo que me permitió descubrir un mundo completamente nuevo y fascinante bajo el mar. Fue como si el mar me hubiera abierto las puertas de su casa y me hubiera permitido ver una pequeñísima parte de un mundo del que no conocía nada. Todavía me emociono al recordarlo.
Pero más allá de eso, disfruto mucho de estar rodeada de árboles, montañas y el mar. Me encanta sentirme pequeña en medio de la inmensidad de la naturaleza. Es en esos momentos cuando encuentro mi calma y claridad mental. Pasear por un parque, estar en la montaña o bañarme en el mar son experiencias que me recargan y me llenan de inspiración.
La naturaleza es mi refugio y fuente de inspiración (...) me encanta sentirme pequeña en medio de la inmensidad de la naturaleza
Para finalizar, ¿qué valores fundamentales te gustaría transmitir a tus alumnos a través de tus clases de yoga?
Me encantaría que mis alumnos se lleven una profunda autoescucha y respeto por sí mismos. Creo que cada persona es única y vive su propia experiencia en la esterilla, y mi objetivo es que se sientan libres de explorar su práctica de manera auténtica, sin forzarse ni compararse con los demás.
Quiero que se lleven consigo una sensación de paz y autoconocimiento que les acompañe más allá de la clase. Ese es el mensaje que más quiero dejar en ellos: la libertad y la autoescucha. Quiero que, cuando mis alumnos vengan a clase, no lo hagan porque me necesiten, sino porque disfrutan del espacio que hemos creado juntos.
Me encantaría que, a través del yoga, cada persona se encuentre consigo misma, se escuche más, y se respete más. Mi mayor deseo es que la comunidad de yoga crezca y se fortalezca, pero que también cada uno de ellos llegue al punto en el que no necesiten venir al estudio para encontrar esa paz y conexión interna, porque han integrado el yoga en su vida cotidiana.
Verónica nos recuerda que el yoga es mucho más que una práctica física; es un camino de autoconocimiento, respeto y conexión con uno mismo y con el entorno. Su historia es un ejemplo vivo de cómo, a través de la autoescucha y la gratitud, podemos encontrar equilibrio y plenitud en nuestra vida cotidiana.
Muchas gracias, Vero @veronica.dharayoga, por compartir tu experiencia y sabiduría, y por inspirarnos a llevar el yoga más allá de la esterilla. Deseamos que tu enfoque sobre la libertad, la autoescucha y el respeto siga guiando a todos aquellos que buscan conectar cuerpo, mente y espíritu. Mención especial también para el fotógrafo Rodrigo Bornscheuer @rodrigo.b.fotografia
